miércoles, 29 de julio de 2015

Nikola Tesla - Yo y La Energia


Nikola Tesla (en cirílico: Никола Тесла), (Smiljan, Imperio austrohúngaro, actual Croacia, 10 de julio de 1856-Nueva York, 7 de enero de 1943) fue un inventor, ingeniero mecánico, ingeniero electricista y físico de origen serbio. Se le conoce, sobre todo, por sus numerosas invenciones en el campo del electromagnetismo, desarrolladas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Las patentes de Tesla y su trabajo teórico formaron las bases de los sistemas modernos de potencia eléctrica por corriente alterna (CA), incluyendo el sistema polifásico de distribución eléctrica y el motor de corriente alterna, que tanto contribuyeron al nacimiento de la Segunda Revolución Industrial.

Era ciudadano del Imperio austríaco por nacimiento y más tarde se hizo ciudadano estadounidense. Tras su demostración de la comunicación inalámbrica por medio de ondas de radio en 1894 y después de su victoria en la guerra de las corrientes, fue ampliamente reconocido como uno de los más grandes ingenieros electricistas de los Estados Unidos de América. Gran parte de su trabajo inicial fue pionero en la ingeniería eléctrica moderna y muchos de sus descubrimientos fueron de suma importancia. Durante este período en los Estados Unidos la fama de Tesla rivalizaba con la de cualquier inventor o científico en la historia o la cultura popular, pero debido a su personalidad excéntrica y a sus afirmaciones aparentemente increíbles y algunas veces casi inverosímiles, acerca del posible desarrollo de innovaciones científicas y tecnológicas, Tesla fue finalmente relegado al ostracismo y considerado un científico loco. Tesla nunca prestó mucha atención a sus finanzas. Se dice que murió empobrecido a la edad de 87 años.

La unidad de medida del campo magnético B del Sistema Internacional de Unidades (también denominado densidad de flujo magnético e inducción magnética), el Tesla, fue llamado así en su honor en la Conférence Générale des Poids et Mesures (París, en 1960), como también el Efecto Tesla de transmisión inalámbrica de energía a dispositivos electrónicos (que Tesla demostró a pequeña escala con la lámpara incandescente en 1893) el cual pretendía usar para la transmisión intercontinental de energía a escala industrial en su proyecto inconcluso, la Wardenclyffe Tower (Torre de Wardenclyffe).

Además de su trabajo en electromagnetismo e ingeniería electromecánica, Tesla contribuyó en diferente medida al desarrollo de la robótica, el control remoto, el radar, las ciencias de la computación, la balística, la física nuclear, y la física teórica. En 1943, la Corte Suprema de los Estados Unidos lo acreditó como el inventor de la radio. Su figura, su carácter excéntrico, y la historia de su experimento sobre transmisión inalámbrica, son utilizados por aficionados a las teorías conspirativas para justificar varias pseudociencias.

Contraportada del libro: Dos textos de Nikola Tesla inéditos en español: Su autobiografía “Mis inventos” (1919) y un largo artículo sobre la energía, el futuro y la civilización, “El problema de aumentar la energía humana” (1900). Incluye las ilustraciones y gráficos originales de los dos artículos. 

Nikola Tesla ha pasado a la historia como el inventor de la corriente alterna, el perdedor de la “guerra de las corrientes” contra Edison, el paradigma del genio incomprendido al que la historia hace justicia siglos después. Hoy disfruta de una segunda juventud, con el interés de las generaciones más jóvenes y con la actualidad de muchas de sus teorías visionarias sobre la comunicación inalámbrica y el uso responsable de la energía. 

Este volumen recoge dos de sus textos más importantes, de los muchos que publicó durante su vida en las revistas científicas de su tiempo. Gracias a ellos, “oímos” la voz en primera persona de un genio, un hombre que se sobrepuso siempre a una vida de incomprensiones y fracasos con el convencimiento de que el futuro era suyo.

martes, 28 de julio de 2015

Alejandra Pizarnik - Poesía Completa


Nacida como Flora Pizarnik Bromiquier, fue hija de Elías Pizarnik y de Rejzla (Rosa) Bromiquier, ambos inmigrantes judíos de origen ruso y eslovaco, que se dedicaban al comercio de joyería. Creció en un barrio de Avellaneda. Tenía una hermana mayor de nombre Myriam.

Su infancia fue muy complicada. Hablaba el español con marcado acento europeo y tartamudeaba. Tenía graves problemas de acné y una marcada tendencia a subir de peso. Estas eventualidades minaban seriamente su autoestima. La autopercepción de su cuerpo y su continua comparación con su hermana la complicaron de manera obsesiva. Es posible que por esta razón comenzara a ingerir anfetaminas —por las cuales desarrolló una fuerte adicción—, que le provocaban prolongados períodos con trastornos del sueño: euforia e insomnio.

En 1954, tras el bachillerato, ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Permaneció como estudiante de la Facultad hasta 1957, tomando cursos de literatura, periodismo y filosofía, pero no terminó sus estudios. Paralelamente tomó clases de pintura con Juan Batlle Planas.

Lectora profunda de muchos y grandes autores durante su vida, intentó ahondar en los temas de sus lecturas y aprender de lo que otros habían escrito. Así se motivó tempranamente por la literatura y por el inconsciente, lo que a su vez hizo que se interesara por el psicoanálisis.

Firmemente apolítica e influenciada en su lirismo por Antonio Porchia, los simbolistas franceses, en especial Arthur Rimbaud y Stéphane Mallarmé, por el espíritu del romanticismo, y por los surrealistas, Pizarnik escribió libros poéticos de notoria sensibilidad e inquietud formal marcada por una insinuante imaginería. Sus temas giraban en torno a la soledad, la infancia, el dolor y, sobre todo, la muerte.

Su primer libro fue La tierra más ajena (1955), editado en Botella al mar. Más tarde publicó La última inocencia (1956), volumen dedicado a su psicoanalista León Ostrov, y Las aventuras perdidas (1958).

Entre 1960 y 1964, Pizarnik vivió en París donde trabajó para la revista Cuadernos y algunas editoriales francesas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Césaire, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona. Allí entabló amistad con Julio Cortázar, Rosa Chacel y Octavio Paz, entre otros, siendo este último el prologuista de Árbol de Diana (1962), su cuarto poemario, en el que ya se refleja plenamente la madurez como autora que estaba alcanzando en Europa.

Regresó a Buenos Aires en 1964, publicando sus poemarios más importantes: Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de la locura (1968) o El infierno musical (1971).

En 1969 recibió la beca Guggenheim, lo que le permitió viajar a Nueva York, y en 1971 una Fullbright. Escribió en prosa La condesa sangrienta (1971).

El 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico (Seconal) durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio.

Faltó tiempo para la gran empresa literaria. Alejandra decía que tenía que escribir una novela y que habría de aprender una nueva gramática para llegar a ese fin que rondaba por su cabeza. Hoy, tiene un monumento en la calle Güemes en Avellaneda.

Contratapa del libro ''Poesia Completa'': ''Publicamos ahora en la colección de Poesía la obra poética completa (libros de poemas editados en vida de la autora y poemas inéditos compilados a partir de manuscritos) de Alejandra Pizarnik, una de las figuras más emblemáticas de las literaturas hispánicas, controvertida, polémica, que se convirtió en un mito entre los jóvenes de los años ochenta y noventa. Su poesía se caracteriza por un hondo intimismo y una severa sensualidad. En palabras de Octavio Paz, uno de sus más apasionados defensores, la obra de Pizarnik lleva a cabo «una cristalización verbal por amalgama de insomnio pasional y lucidez meridiana en una disolución de realidad sometida a las más altas temperaturas», y Pieyre de Mandiargues le escribió, con motivo de la publicación de Extracción de la piedra de locura: «Tengo amor a tus poemas: querría que hicieras muchos y que tus poemas difundieran por todas partes el amor y el terror».''

domingo, 10 de mayo de 2015

Mattia Colombara & Gianluca Maconi - Electric Réquiem: Biografía En Cómic De Jimi Hendrix

Electric Requiem es una biografía apasionante que, cuarenta años después de su muerte, nos cuenta la infancia de Jimi Hendrix en Seattle, atrapada entre la segregación racial y la conflictiva relación de sus padres y el alcoholismo de la madre, la cima de su carrera y su muerte. Electric Requiem narra la búsqueda por part e de Hendrix de un sonido nuevo, la cual, a través de múltiples adversidades relatadas en una mezcla caleidoscópica de blanco y negro en el que se mezcla la cultura vudú, cherokee y negra, asume el carácter de un verdadero desafío que pone a prueba toda la vida de un hombre y músico que ha dejado una huella profunda en la cultura contemporánea.

El cómic es obra de dos autores italianos. Gianluca Maconi es un artista multidisciplinar, apasionado de la música, que además de hacer cómics y otras muchas cosas, elabora carátulas para CDs. De Mattia Colombara poco se sabe. Únicamente se indica en la contraportada del libro lo siguiente: 



Mattia Colombara, nacido el siglo pasado, vive entre los viñedos de la región del Véneto produciendo vino. Gianluca Maconi nació en Pordenone en 1977. Se graduó en el 96 en el Istituto Statale d’Arte de Cordenons y más tarde asistió a la Academia de Bellas Artes de Venecia, diplomándose en escultura en 2003. Se dedica a actividades tan dispares como la escultura, la decoración, la animación y la ilustración, y trata de integrar todas estas contaminaciones en el cómic. 

Colabora en el prozine "Lattepiù". Se ocupa de la gráfica de algunos CDs de bandas musicales de la zona como Hecates y Cemento Posse, una historieta promocional de Grizz & Fizz aparecida en la revista Jamboree, y crea el personaje del logotipo de Capitán Jive.



En 2002, realiza con Emanuele Marchiori y Giorgio Finamore las intervenciones animadas del documental Nevicava in Aprile de Stefano Wiel, producto del Assessorato alla Cultura di Cadoneghe.


Ese mismo año produce un cortometraje en stop-motion titulado Accross. En 2004 gana el Premio Miccia al mejor cómic, dentro del festival Torinocomics, con la historieta Le ombre della laguna, con guión de Iacopo Soldà, y colabora con el famoso periódico Auagnamagnagna.

En 2005 dibuja I delitti di Alleghe, con guión de Andrés Maraviglia, y El caso Pasolini, de la cual también es guionista, para la colección "Cronaca Nera" de BeccoGiallo y traducida al español por Gallo Nero.


En 2007 publica Albergo Cinque Stelle para la antología sobre la inmigración Fortezza Europa, de Coniglio Editore, y junto con Matthia Colombara realiza Aztlan para Safarà Editore y La casa di Alice con guión de Luca Vanzella, para Selfcomics, con el cual gana el Premio Boscarato a la mejor historieta breve.


En 2008 publica Yggdrasil. El árbol de la vida (Lavieri). Desde el año 2009 de publica la serie Viaggio verso occidente , adaptación de la novela china homónima (Lavieri) y Mediterranea, basada en textos de Alessandro Cenni y más tarde de Alex Crippa, para GGstudio.


sábado, 25 de abril de 2015

Jiddu Krishnamurti - El Vuelo Del Águila


Jiddu Krishnamurti fue uno de los filósofos y pensadores mas importante de nuestro tiempo (y uno de los principales de toda la historia), se trata de uno de los mayores revolucionarios, una persona simple pero a la vez un visionario esencial que dedicò su vida a hablar sobre temas fundamentales como el auto conocimiento, la búsqueda filosófica de la verdad, los patrones de comportamiento en los que vivimos, la libertad del individuo, la percepción alerta como libertad de descubrimiento, el auto abastecimiento psicológico, etc, en otras palabras, la libertad del individuo...

Nacido en 1895, en la India, Krishnamurti comienza desde muy temprana edad una trayectoria jalonada de extraños y complejos acontecimientos, entre ellos su vinculación con una sociedad teosofica hindú a la cual llama la atención, acontecimientos que desembocan en un vasto movimiento esotérico-religioso de dimensión mundial, “toda una operación Barnum  al decir de Roger Maria- erigida artificialmente para convertirlo en un nuevo Mesías, el gran misionero del siglo XX”. 


En la cumbre de su fama, adorado por multitudes de seguidores, endiosado, glorificado, Krishnamurti se rebela, renuncia a todo y hace añicos una estructura cuidadosamente edificada para él a lo largo de 18 años. Se queda solo. Eso ocurre en agosto de 1929. De entonces son sus palabras: “... sólo tengo un propósito: hacer al hombre libre, incitarle hacia la libertad, ayudarle a escapar de todas sus limitaciones”.


A partir de allí Krishnamurti desarrolla una incansable labor a través de todo el mundo; sus pláticas y escritos, originalmente en idioma inglés, se difunden y traducen al francés, italiano, español, ruso, alemán, portugués... Su obra despierta la atención de pensadores y escritores de renombre universal: Bertrand Russell, Aldous Huxley, Bernard Shaw, Henry Miller... 

Dice Henry Miller: “Si Krishnamurti tiene una misión, esa misión consiste en despojar a los hombres de sus ilusiones y alucinaciones, derribar los falsos pilares de ideales, creencias y fetiches y todos los tipos de muletas, y devolver así al hombre la plena majestad, la plena potencia de su humanidad (...) Nunca conocí personalmente a Krishnamurti, aunque no existe ningún hombre viviente a quien mas me sentiría honrado en conocer”. 


René Foueré, en su prefacio a Krishnamurti y la revolución de lo real declara: “Estas páginas pretenden llamar la atención de muchas mentes acerca de una enseñanza que nunca fue más necesaria, sobre una enseñanza que descubre el mal esencial del hombre y de todas sus ‘civilizaciones’ pasadas y presentes; la fuente profunda y sutil de barbaries que resisten a las reformas así como a las revoluciones más espectaculares y ruidosas”. (Para mas información sobre su vida, ver aquí)

El lector podrá apreciar que el estilo de Krishnamurti es sencillo, claro directo, carece completamente de complicaciones técnicas y puede ser entendido por todos sin dificultad: “¡Uno debe hacer algo cuando la casa está quemándose! Usted no dice, ‘es imposible yo no lo creo, nada puedo hacer al respecto’ y se queda ahí sentado observándola arder. Usted hace algo en relación con la realidad, no en relación con lo que usted piensa que debería ser. La realidad es la casa que se quema. Tal vez usted sea incapaz de apagar el fuego antes de que lleguen los bomberos, pero entretanto  y no hay ‘entretanto’ en absoluto- usted actúa en relación con el fuego”. Acción, acción espontánea y directa frente al hecho que llama a actuar. Acción sin “entretanto”, sin lucubraciones intelectuales que postergan interminablemente. Acción sin tiempo.

No está demás, sin embargo, advertir al lector que el enfoque de Krishnamurti puede resultar desconcertante a veces para el modo habitual de encarar psicológicamente la vida. Pero como este “modo” dio los frutos que han llevado a la civilización hasta su alarmante disyuntiva presente se justifica conceder a la palabra de Krishnamurti la profunda, seria e inteligente atención que ella solicita. Quizás esa palabra, que llega “al fondo de las cosas”, esté señalando la dirección correcta.




La obra trata los siguientes temas: la libertad, la fragmentación, la meditación, ¿puede cambiar el hombre?, por qué no podemos vivir en paz, la totalidad de la vida, el temor, lo trascendental, la violencia, el cambio radical, el arte de ver, penetrar en lo desconocido.

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